Pero con el tiempo la condición espiritual del pueblo de Israel fue decayendo, se volvieron idolatras, paganos y adoradores de estatuas, dejaron de asistir al templo hasta que lo abandonaron por completo. Hoy día Dios mora en el corazón de cada creyente a través del E. S., 1 Cor. 6:19-20. De modo que cada creyente es un templo viviente de Dios,
Pero, así como el pueblo de Israel fue dejando de adorar a Dios en el templo, algunos creyentes están dejando apagar la adoración a Dios en su vida, por lo cual necesitamos un avivamiento espiritual, y de eso hablaremos en este mensaje, desarrollando las siguientes 4 enseñanzas:
I. Maneras de cerrar el templo de Dios
II. Efectos de cerrar el templo de Dios
III. Requisitos para abrir el templo de Dios
IV. Resultados de abrir el templo de Dios en nuestras vidas
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